El inicio de los tiempos

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Por: Alejandro Torres
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(FOTO: Fragmento de "El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli)

 

    Si los años pudieran contarse, un caudal de agujas caería sobre nosotros, nos separarían y harían de nuestros días los más insoportables. Pero el tiempo no tiene medida, no se ha inventado aún, no ha empobrecido con el manipular de los hombres. Sin embargo, podríamos decir que la vida se trata de tiempo, de que los días pasen y que las penas cesen, que el dolor sucumba ante tu mirada que todo lo cura. Eternamente, amor, estaré agradecido de la dádiva de tu compañía, la de tus besos. Eternamente, cuando el tiempo se materialice y añada una pizca de sopor a mi existir, los días no serán los mismos, serán días con luz y sombra, serán día y noche, serán días, pero no calor, no tu amor. ¿Y de qué vale existir si el tiempo juzga y apremia? Si solo empuja al sol y a la luna, los enfrenta caprichosamente a los brazos de los hombres, que aún no existen, pero existirán y harán de este mundo, nuestro mundo, algo escabroso, y de nuestras penas algo banal que podrá verse a través de un espejo tallado en piedra, como una muerte eterna, un frío palpitar, y de nuestro amor la envidia secular.


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